La proteína del huevo potencia la absorción de los carotenoides presentes en las hortalizas, unos nutrientes asociados con beneficios antiinflamatorios y antioxidantes para nuestro organismo.


Los expertos en nutrición nos recuerdan que cuanto más colorido tenga nuestra ensalada, más variedad de nutrientes estamos incorporando a nuestro cuerpo. El verde de la lechuga y el pepino, el rojo del tomate, naranja de la zanahoria, blanco de la cebolla, etc. Un tipo de nutrientes muy cotizados son los carotenoides entre los que podemos encontrar variedades diferentes que se encuentran en los distintos tipos de hortalizas: beta-caroteno, luteína, zeaxantina y licopeno.

Un reciente estudio realizado en la Universidad de Purdue (Indiana, EE.UU.), ha concluido que la proteína del huevo permite aumentar la absorción de estos saludables componentes de nuestras ensaladas. Hay que comentar que el estudio fue realizado en un grupo muy reducido de personas, 16 adultos estadounidenses, por lo que debe ser tomado como una primera aproximación y debería repetirse el estudio en un grupo mucho más grande de personas.

Estos 16 participantes consumieron, en tres días diferentes, una ensalada de hortalizas crudas sin huevo, otra con huevo y medio (75 gr) y otra con tres huevos (150 gr), siendo la composición de las hortalizas y el aliño exactamente igual. La forma de cocinado de los huevos fue revueltos con la finalidad de asegurar que los participantes consumían tanto la clara como la yema.

Los resultados mostraron que la absorción de carotenoides fue 3,8 veces mayor en la ensalada con 3 huevos respecto a la que iba sin huevo.Además de esta interacción con los carotenoides de los vegetales, el huevo en sí contiene numerosos nutrientes como aminoácidos esenciales, ácidos grasos insaturados y vitaminas del grupo B que permiten aumentar el valor nutricional de las ensaladas (cada huevo aporta unas 70 Kcal con 6 gramos de proteína). Los autores del trabajo creen que se obtendrían los mismos beneficios si el huevo se cocinara de otra manera, por ejemplo cocido, siempre y cuando se consuman las dos partes, clara y yema.

Eso sí, cabe recordar que debemos evitar aliñar las ensaladas con salsas, sobre todo las comerciales envasadas, ya que suelen tener un alto contenido calórico (entre 140-160 kcal por porción de dos cucharadas) y suelen ser ricas en azúcares, grasas saturadas y colesterol, lo cual, resulta contraproducente para nuestra salud. Por ello, siempre es más conveniente el aliño tradicional mediterráneo de aceite de oliva y vinagre.

Referencia: Eun Kim et al. Effects of egg consumption on carotenoid absorption from co-consumed, raw vegetables. Am J Clin Nutr, 2015. doi: 10.3945/​ajcn.115.111062.

Noticia redactada por Noemí López Ejeda (Grupo de Investigación Epinut-UCM y Asociada SEDCA)

 

 

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